10 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 33: MIS AMIGOS PLAYEROS

Llevaba casi toda la vida veraneando en el mismo lugar, a pesar de que algún año nos habíamos ido alguna semana a conocer otros lugares turísticos del país. De tal forma que, como conté capítulos atrás, tenía amigos con los que una vez llegada la adolescencia bajaba a la playa, salíamos de fiesta o hacíamos botellón. Desde hacía algunos veranos, con la irrupción en mi vida del mundo del cruising y mis ganas de pasarlo bien, los había dejado bastante abandonados. Cuando llegaba a casa después de venir de la caseta o de la playa gay, muchas veces mi familia me decía que habían venido a buscarme (sí, a pesar de los teléfonos móviles, los sms y últimamente el Whatsapp, mis amigos seguían quedando llamándose al telefonillo del portal) y lo cierto es que no veía tiempo para quedar con ellos. Pasaba mucho más tiempo con Sergio y Dani que con ellos, donde va a parar, y la verdad es que hasta cierto punto lo prefería.

También les echaba de menos, pero sabía que en el momento de quedar de nuevo con ellos habría preguntas. Preguntas que no querría responder del tipo: ¿dónde te metes? Seguro que hay alguna pivita por ahí, ¿no?, etc. Alguno de ellos podría tener sus sospechas sobre mis gustos sexuales, puesto que con 15 años nos hicimos alguna paja mutua, pero lo típico que se hace a estas edades y no quiere decir nada muchas de las ocasiones. Aunque claro, lo que para él era una simple paja viendo una peli porno hetero, para mi el momento de agarrar su polla con mi mano y masturbarle hasta que se corriera era todo un clímax en mi vida por entonces. Más de una vez sentí la tentación de agacharme y hacerle una buena mamada, pero nunca me atreví.

Así es que como ese año estaba allí para las fiestas patronales, me decidí y quedé con ellos para salir. Llegaron las preguntas, a las que mil excusas inventé. Pasamos un buen rato, recordando viejos tiempos, bebiendo, echándonos unas risas, me dijeron de bajar a la playa con ellos, que ya les tenía abandonados y tal. Conversaciones típicas de un reencuentro. Pero lo más interesante llegó en la despedida, con Santi, el chico con el que me hacía pajas a los 15 años. Era el que más cerca vivía de mi y siempre nos volvíamos juntos cuando salíamos por las discotecas del polígono. Así que, ya de madrugada con los últimos efectos del alcohol, de vuelta a casa el y yo solos, me dijo:

- Si llego a saber que la chupas tan bien, años atrás te habría cogido de la cabeza hasta que te cansaras - dijo Santi con una sonrisita.

Mi cara fue un auténtico poema. Al principio me hice el loco, diciéndole que no sabía de lo que me hablaba. Pero fue insostenible. Resulta que uno de los chicos que había conocido en la caseta, aquel al que se la chupamos Sergio y yo que llevaba una esclava que ponía "María", era primo segundo de Santi. Y ya no sólo es que fueran primos, sino que eran muy buenos amigos. En ese momento recordé años atrás y vagamente me acordé de un chico que algunos veranos se venía con Santi a la playa. Era él. Y Santi era quien le había llevado a la caseta y quien nos vio desde el coche cuando salimos de entre los pinos para irnos.

- Estos (por los demás amigos) no saben nada, así que tranquilo, que no seré yo quien se lo cuente - dijo, para tranquilizarme- pero ten en cuenta que el pueblo es pequeño y coincidencias como estas se pueden dar- remató.


- ¿Te vienes a casa y recordamos viejos tiempos? - propuso Santi.

4 comentarios:

  1. Pero bueno, y estos cliffhangers???
    Ademas,Yo todavía estoy esperando más historias del trío con Dani y Sergio, que pasas mucho tiempo con ellos pero no avanzaaa...joo

    Jaja, no me hagas caso, mejor tómate tu tiempo, que mola así.

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  2. Iba a comentar primero el post, pero he tenido que buscar que significaba primero lo de cliffhangers del comentario. Está bien esto de ir ampliando cultureta. Por cierto, existe un sinónimo en castellano?
    ... Bueno, me puedo llegar a imaginar la cara de pasmarote que se te quedaría con el comentario de Santi, tanto el del principio, como el del final.
    Tuviste suerte que fuera discreto en su actuación al verte salir de la pineda. No todo el mundo es así, claro que... el "te vienes a casa y recordamos viejos tiempos" también se podría interpretar como " como no vengas a casa y me la mames, se lo cuento a todo el mundo".

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  3. Análnimo. No te preocupes, que la historia con Dani y Sergio no ha terminado, ni mucho menos, pero todo a su tiempo... Más o menos cuento las cosas en orden cronológico, así que me temo que tendrás que esperar un poco para descubrir las historias... jejeje.

    Perro. Bueno, me habría gustado que en ese momento alguien me grabara la cara, porque sí, de pasmarote total. Sobre lo último que comentas, así a modo chantaje, has dado en el clavo. Ya irás descubriendo...

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