10 de abril de 2014

CAPÍTULO 66: DESPEDIDA DE SOLTERO "CANI"

Son las 11.15 de un miércoles. Me despierto de mala leche porque hay algún subnormal en la calle a la que da la terraza de mi casa tocando la bocina del coche sin parar. Como no para, me decido a salir a la terraza, sin vestirme ni nada, para darle un par de voces y ver qué pasa:

- ¡Marquitos! No me jodas que estabas sobado aún - grita una voz familiar.

Cuando consigo despegar los ojos veo a Dani a bordo de un flamante y nuevo Citroen C4 negro. Se había sacado el carné de conducir hacía unos meses y sus padres le habían comprado ese coche en un concesionario cerca de Alicante que estaba bastante bien de precio.

- Ya tenemos buga para nuestras aventuras, tío. Bájate y te doy una vuelta - propuso Dani.

Sabía que este momento tenía que llegar y también era consciente de las ventajas que para nuestras andanzas suponía contar con un coche: posibilidad de ir a los sitios de noche, de explorar nuevas zonas de cruising, etc. Sonaba tan interesante y teníamos tantas ganas de estrenarlo que esa misma noche nos fuimos a la caseta con él. 
Se nos hizo raro llegar en coche, pero lo cierto es que un trayecto que nos solía llevar entre 30 y 45 minutos, lo habíamos cubierto en apenas 5. Recuerdo que había como 9 coches y nosotros nos unimos a la fila. Dani se metió enseguida en la pinada a buscar rollo y yo me quedé sentado en el bordillo de al lado de la casa. Como os he contado en otra ocasión, no me gusta mucho la caseta de noche porque apenas se ve nada... y el sexo a ciegas me da reparo. 

Me fijo en un chaval apoyado en un Ibiza rojo con música bakala puesta: 1,75, delgado, tirando a fibrado, camiseta de tirantes blanca ceñida, oros al cuello y en los dedos, pelo de punta rapado en los laterales y pinta de cani brutal. Tendría unos 23 años. Pasan como 20 minutos, se enciende un cigarro y se acerca directamente a mi sentándose a mi lado y ofreciéndome unas caladas de su cigarro, que en realidad era porro. Lo rechacé porque no fumo y empezamos una conversación de los más normal que derivó en toda una declaración de intenciones:

- Mira tío, estoy aquí porque en mi grupo de colegas se casa con su piba uno en un par de semanas y queremos darle una buena despedida - introduce el bakala.
- Sí... - digo un poco confundido.
- La cosa, tío, es que a mi colega le van también los rabos... sobre todo tener un chavalito así de gimnasio que le coma el rabo y se someta un poco - continuó.

A continuación me enseñó varias fotos del sujeto en cuestión y de sus otros 3 colegas, todos cortados por el mismo patrón: canis madrileños de barrio, chandaleros, con cordones de oro, piercings y chuletas. Aparte de darle la sorpresa a su colega buscaban un bukkake: tener a un tío de rodillas, ellos alrededor y darle rabo por turnos. 

A mi la cosa me extrañó en principio, pero el tío me dijo que yo entraba dentro del prototipo que buscaban, que no les iban las locas y me dio su teléfono para que le diera una respuesta lo antes posible, ya que tenían que organizarlo en la casa que tenían libre en Torrevieja. La situación me produjo un morbo tremendo, porque este tipo chicos me vuelven loco literalmente. Y además, ya hacía tiempo había rechazado tener una especie de bukkake en la caseta. De tal modo, que al terminar Dani su polvo entre los pinos le conté lo que había pasado:

- Bah tío... si quisieran pegarte o algo ya lo habrían hecho, no te dan su teléfono sólo para hacer una encerrona. Yo me arriesgaría, qué morbazo - dijo.

La idea era tan tentadora que esa noche me la pasé empalmado sólo de pensar en lo que podría ocurrir: tener a 3 o 4 canis chandaleros dándome caña. Me lo pensé un par de días y, al tercero, le llamé. Christian, que así se llamaba el del Seat Ibiza, se alegró bastante de la llamada y me dijo que lo preparaban todo para el sábado siguiente, que el novio en cuestión no sabría nada, a modo de sorpresa y me preguntó que, en el caso de surgir, si me dejaba dar por el culo. Le dije que eso dependía y contestó ah, va, va, tío, sin agobios. El resto de amigos eran el Chino y el Balbi. El que se iba a casar era el Jhonny. 

Mientras el día se acercaba nos mandábamos algún Whatsapp para concretar hora y dirección, aunque finalmente Christian y el Chino vinieron a buscarme en coche. Le llamaban chino porque, aún siendo español, tenía los ojos rasgados. Primero me llevaron a una especie de descampado donde conocí a toda la panda, todos ellos con su correspondiente gorra del revés. La verdad es que iba acojonado, como se pusieran a darme de ostias me mandaban directo al hospital, ya que todos tenían cuerpos bastante decentes y esta actitud de chuletas de barrio. Pero lo cierto es que fueron majetes, había buen rollo y eso me tranquilizó, no se habló de sexo hasta el final y ya me comentaron que salvo al Jhonny, a ninguno se la había chupado nunca un tío y que para ser maricón no se te nota nada tío. Después, repartidos en dos coches, fuimos a un chalet y me hicieron esperar fuera. Me mandarían un Whatsapp para entrar y podía esperar dentro del Ibiza de Christian, con las llaves. Ya ves tu cómo sería, que me dejó las llaves de su coche sin conocerme de nada.

La espera fue larga. Yo ya pensaba que se trataba de una broma, porque al menos pasó una hora esperando en el coche de este chaval. Hasta que sonó el teléfono: "Entra y le encontrarás desnudo, le hemos puesto una porno y la tiene dura, lánzate a por ella. Y ciérrame el coche!!!". Vamos, que no iba a haber preámbulos de ningún tipo. Efectivamente allí entré y me encontré en el salón a toda la panda en calzoncillos de lo más variopintos y al Jhonny en un sofá medio recostado con una especie de antifaz, con un ambiente enviciado de los porros, la polla dura como una estaca y una porno de corte bi en la tele. Había varias botellas de Four Roses también. Lo primero fue quedarme igual que ellos: en gayumbos. Y mandándome callar como para no hacer ruido, directamente me colocaron enfrente del Jhonny y me forzaron a arrodillarme. El Jhonny estaba bastante delgado, pero marcando formas y con una polla circuncidada de unos 17 cm, de estas que acaban como en punta, y un buen par de huevos. Me acerqué y, sin pensarlo mucho, me la metí en la boca saboreándola con mimo y delicadeza.

- ¡Ostias! ¡Quién cojones me la está chupando tíos! - decía, mientras apretaba los puños de gusto.

A los 40 segundos le quitaron el antifaz y cuando vio a un tío chupándosela, no trató de hacerse el loco, más bien me miró, se relajó y se recostó contra el respaldo del sofá diciendo:

- A este le vamos a poner fino.

Lo siguiente que recuerdo es que el Balbi, un chico moreno con el pelo casi rapado, cachas y facciones duras, se acercó por mi izquierda, se bajó el calzoncillo y sacó su polla tiesa de unos 19 cm, gorda y sin circuncidar, invitándome a mamársela. Me lancé a por a ella a la vez que el Jhonny se incorporaba y colocándose al lado de este otro, me hacían turnarme con las dos pollas. No faltó tiempo hasta que tuve un círculo de 4 pollas alrededor de mi. El resto eran normales, entre los 14 y los 16 cm, con distintos grosores, unas operadas y otras no; pero todas aseadas, eso sí, y cargadas de tensión. Llegó un punto en el que me acabé de encontrar cómodo, con nervios fuera y empecé realmente a disfrutar de ello: les comía sus pollas con firmeza, les lamía los huevos, les ponía sus manos en mi cabeza para que me turnaran como les diera la gana y lo cierto es que me harté de polla todo lo que quise y más. Incluso la mandíbula me llegó a doler y a dar algún tirón, cosa que no me había pasado hasta ese momento. Me habría encantado grabar el momento de tener a 4 canis haciéndome un círculo y gimiendo mientras les comía el rabo. Eso sí, entre ellos no se tocaban apenas nada, salvo el Jhonny, que aprovechó para hacerle una paja al Balbi cuando pudo. Seguí comiéndoles el rabo un buen rato, hasta que Christian dijo que se iba a correr, momento en que paré, me medio tumbé boca arriba y les invité a que me echaran toda la leche. Algo que fue bastante a destiempo, de unos a otros, hasta que el círculo no fue tal, ya que se iban corriendo en mi torso y se iban al sofá a fumar. Cuando todos menos el Jhonny habían terminado, le dije que dejara de tocarse, que para él tenía algo más y que me llevara al baño. Allí me miré al espejo y estaba recubierto de lefa como nunca lo había estado, me limpié en el lavabo como pude, vi que tenía los labios más rojos que nunca, y salí. Me llevó a una habitación, y le hice ponerse el antifaz y tumbarse boca arriba.

Tenía la polla cubierta de líquido preseminal y me costó más de la cuenta ponerle el condón. Me puse encima suya e intenté meterme su rabo, pero me costó bastante, no se si por la tensión del momento o qué; pero el caso es que cuando conseguí que me la metiera, le quité el antifaz y tenía los ojos desencajados, empecé a cabalgarle deprisa y a la sexta o séptima sacudida se corrió. Así que fue una follada corta. Lo bueno es que me vio con la polla tan dura que con fuerza me quitó los calzoncillos y me la empezó a mamar de forma muy torpe, debía de ser su primera, pero yo estaba tan caliente que no me hizo falta mucho para correrme y lo hice de forma generosa y en su boca. Lo escupió en un vaso seguido de: lo estoy flipando tío, lo estoy flipando, eres un puto dios. Total, "después de", estábamos ahí los dos en bolas y empezó a contarme que desde siempre le han molado los tíos, pero también las tías y que había sido una despedida de soltero brutal. Al salir de la habitación ya estaba toda la panda vestida con sus bañadores y camisetas de tirantes:

- Eres un crack Marcos tío, la primera vez que nos la come un maromo y salimos flipaos todos - me dijo el Balbi.

Se quedaron un poco estáticos, como muy relajados, como si estuvieran en las nubes y Christian se ofreció a llevarme a casa:

- Si alguna vez tienes algún problema con alguien, danos un toque y partimos la cara a quien sea. Eres to legal, tío - dijo.

Un apretón de manos un tanto extraño y aquella vez fue la última vez que le vi, tanto a el como al resto de los chavales. Eso sí, es una experiencia que jamás olvidaré y de las más morbosas que he vivido.



18 comentarios:

  1. No te dio reparo comerte las pollas d cuatro tios a la vez, sin pensar q algun hijputa de podía correr en la boca sin avisarte?

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    1. Se había concretado por adelantado que se iban a correr en mi pecho. Es un riesgo que siempre corres, sea de cruising, sea con un tío que conoces en un bar... Pero normalmente la gente suele ser legal.

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  2. Markitosss kabron yo k pensaba k al primer tio con un ibiza k se la xuparias seria a mi... y veo k se me han adelantado jajajaja otro relato tuyo k me pone to palote tio... k ganas d piyarte tio. Un abra... un poyazo tio jajaja t iba a mandar un abrazo pero ahora mismo lo k t kiero dar es nabo jajaja

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    1. Ay... Carlos... me empiezas a dar muuuucha curiosidad, y bueno dentro de un Ibiza todavía no he hecho nada, así que ¿quién sabe? jejeje

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    2. Jajajaja markitos me piyo el ibiza, te paso a buskar y exas el ratillo con mi palanca de cambio d marchas? Jajajajaja tu me das muuuuuuucha curiosidad tmb tio

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  3. Marquitos has cometido un error con esta entrada y es que no has cambiado los motes de los chavales, a q no??? No se de cuando es tu historia pero estos 4 canis se pasan de cuando en cuando por el Moncayo y x la playa del carabassi

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    1. Pues no, la verdad que no les cambié los nombres!! Pero vamos, no me sorprende nada que vayan de cruising, esta historia de casualidad tuvo poco...

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  4. Has tocado el cieloooo !!! Tener cuatro pollas, supuestamente heteros, jóvenes y amigos entre ellos, con la complicidad que conlleva, y que te hagan un bukkake, aunque a destiempo, ufffff....
    Al principio pensé que cani era un amigo tuyo, jajaja... luego, evidentemente vi que no, por las descripciones de la aparencia del tío.
    No creo haber oído nunca esa palabra.
    No es una estética que sexualmente me atraiga, sino más bien lo contrario, pero en definitiva, y dado el caso,como siempre valoro más la actitud.
    Con el recuerdo que les dejaste, seguro que algún día te acabes encontrando alguno en alguna zona de cruising.
    Al tiempo ;-)

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    1. ¡Ups! Quizá di por hecho cuando no debía que todos sabríais lo que es un "cani", llamados también macois, malotes, chonis... A mi de ellos me pone todo en su conjunto: la actitud chulesca y masculina, los cuerpos currados y lo bien que empujan jajaja. Pero bueno de todo hay...

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  5. Joder vaya morbo y que suerte tuviste, mira que a mi los tíos de estética cani solo tienen dos puntos para mi: Atraerme mucho o no atraerme nada. cuanta envidia me ha dado el relato, me pongo a pensar en 3 o 4 canis de mi barrio y lo que daría por tenerlo ahí como tu.

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    1. Fue una experiencia muy morbosa que, como dije, nunca olvidaré... de hecho varias pajas han caido recordando jeje. Pero sí, no me atraen todos los canis porque hay algunos que dan asco, todo depende del tío.

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  6. Mmmm... morbazo... esa es una de mis fantasías, una orgía con "heteros" canis, jejejeje

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  7. Hahaha, me encanta tu blog!! Por fin alguien con gustos parecidos a mi que lo cuenta sin reparos, fan absoluto y mucha envidia también

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    1. Gracias por tu comentario! Me gusta contar las cosas tal como pasan, cuando salen bien y cuando salen mal.

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  8. Hola .
    Me quede alucinado.
    Entendí casi todo el sentido, pero algunas palabras no.
    No tuviste miedo de una paliza?. Yo me imagino y no me hubiera quedado, acá en Argentina es difícil una cosa así. Se de escorts que los contratan para despedidas de solteros y después los dejan marcados.
    Osvaldo

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    1. Hola Osvaldo! Siempre hay miedo, claro que sí, incluso hoy en día hay situaciones que a veces asustan un poco, pero hay que arriesgar un poco... Siendo cautos siempre, pero sin pasarse.

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