La semana que viene, si todo va bien, estaré en tierras alicantinas viviendo experiencias que luego compartiré con vosotros. Por si no puedo actualizar mucho, hoy os dejo una doble entrada relacionada con vivencias a través de Grindr y Bendr.
El Mentiroso del Norte.
Nos entra un tío por Bendr que tiene cuatro fotos puestas: una de cara, otra de cuerpo, la tercera de cuerpo vestido y la última de espaldas. El chico es majete, salvo porque tiene cara de muñeca o de porcelana, ante lo que le pregunto si tiene pluma. Me dice que no. Pelo a media melena cuidado. Vamos bien. La foto de torso muestra un cuerpo muy fibrado, moreno y apetecible hasta decir basta. Y el resto se le ve bien. Le mando las fotos mías y de Sergio y le gustamos. Son las 2 de la madrugada, pero vive a 10km y quiere quedar. Por nosotros no hay problema ya que tenemos la casa de Sergio. Le preguntamos qué tal va de rabo:
- Os vais a hartar de polla, pero no tengo fotos - responde.
Aunque la única cosa que nos tira para atrás son los penes muy pequeños, la expresión que utiliza da a entender que tiene buena herramienta. Ante nuestra insistencia nos dice que 19cm. Le damos coordenadas y mientras viene nos va escribiendo y diciendo que es 100% activo, pero que no busca sólo follar, que le va el rollo masajes, mamadas y tal. Por nosotros perfecto, somos totalmente versátiles en ese sentido. Quedamos en un aparcamiento cercano y cuando llegamos ya está ahí: un chico de unos 32, con ropa bastante buena, de marca o de diseño, cochazo y extremadamente cortés y educado. En principio las fotos coinciden, así que le llevamos a casa. En el transcurso noto que pluma haberla hayla, pero que se esfuerza continuamente por sonar rudo y masculino. No es excesivo, así que seguimos adelante.
Entramos a casa y le invito a sentarse y tomar algo. Pide una cerveza que apenas prueba y cuando la típica conversación introductoria va muriendo, le sugiero ir al dormitorio. Acepta. Al llegar nos empezamos a quitar la ropa sin prisa y... ¡zas! Primera sorpresa. Apenas queda rastro de ese cuerpo súper fibrado que nos mandó. Mantiene unos brazos currados y duros, una ligera redondez en los pectorales y una tripa completamente blanda. Vamos, que no está mal, pero no tiene nada que ver con la foto. Miro a Sergio y seguimos adelante. El chico es muy simpático, agradable y tiene un olor muy atrayente. Le ofrecemos darle un masaje a dos bandas, así que en calzoncillos se tumba boca abajo y nos deja hacer. Conserva la espalda dura y el masaje le pone muy cachondo, pero llega un momento que se relaja y le bajo la parte trasera del calzoncillo. Tiene un culazo, la verdad, me encanta y pienso que vaya pena que sólo sea activo, se lo masajeo y se lo muerdo. Parece gustarle. Para pasar a la acción le pido que se de la vuelta.
¡Zas! Segunda sorpresa. Se baja el calzoncillo y aquello, que estaba en estado normal, dista mucho de llegar a tener 19cm. Se que hay pollas que cambian mucho de un estado a otro, pero tanto era imposible. Tenía unos buenos huevazos, como a mi me gustan, redondos y de buen tamaño. Miro a Sergio con cara de cabreado y me hace un gesto como diciendo que a él le gusta. Pero tanta mentira me empieza a cansar. Le salva ser muy agradable y sus otros encantos. Pero a mi me apetece acabar pronto, cuando me cabreo la cosa ya no tiene mucha solución. Se la empezamos a mamar a dúo, llega a tener unos normalitos 16cm y el tío está encantado con el trabajito. Tiene una erección envidiable, la mantuvo todo el rato totalmente dura. El tío nos soba un poco, pero tampoco parece querer participar. Seguimos mamando y me pide que le meta un dedo. ¿Hola? ¿El 100% activo? En fin... me pone burro la idea de trabajar su culo y entiendo que costará, pero el culo absorbe mi primer dedo con total facilidad y sólo gime cuando lo tiene metido hasta el fondo, mientras Sergio se la sigue mamando. Le meto otro dedo y tampoco encuentro mucha dificultad, pero me pide que no le meta más. Le empiezo a dedear con delicadeza a la vez que Sergio se la chupa con ansia y yo meto la cabeza para lamerle los huevos. Nos dice que no aguanta más, así que Sergio le pajea y el vasco se corre bastante. Mantiene el rabo totalmente duro y dice que tiene mucho aguante, que le gustaría follarnos y pasarse follando toda noche. Son las 3.15 y yo paso totalmente del tema, así que le digo que tenemos que madrugar y, amablemente, le invito a irse. El tío está como éxtasis, se asea, se viste, nos dice que ha quedado encantado y se marcha.
Al rato nos escribe por Bendr y nos dice que estaría encantado de repetir. Le insinúo que otra vez podemos irnos de cañas o quedar para tomar algo (una forma educada de decir que no), capta el mensaje y no volvemos a saber más de él hasta la fecha. Hablamos con Néstor y Aitor, los de Madrid, y por lo visto a ellos les hizo lo mismo, sus fotos de cuerpazo eran de 2004 y unos cuantos años después se había convertido en un cuerpo dejado.
Osquitar "El Desequilibrado".
Lo primero es aclarar que este Óscar no tiene nada que ver con el de las otras historias, pero qué le vamos a hacer, sus nombres reales coincidían. Este nos entra por Grindr y nos manda foto de cara, polla y culo. Una polla muy apetecible, de 18cm reales y un culazo. La foto de cara parece tener algunos añitos, pero parece majete. Nosotros le gustamos. Para más inri también es vasco y también reside en La Mata, como el tío de la historia anterior. Tampoco busca follar exclusivamente y ante ese pollón le digo que nos apetecería quedar para mamársela hasta que nos lefe la cara. Él dice que nos quiere sobar y besar. Sin problema.
Quedamos al atardecer en la pinada de la caseta, pero en un tramo bastante alejado de la caseta, ya que el chico quiere intimidad. Cuando le vamos viendo acercarse todo parece como en las fotos, pero al abrir la boca... ¡Zas! Sorpresa. Una boca prácticamente negra. No se cómo deciros. Los dientes, las muelas... completamente llenos de una cantidad sarro oscuro exagerada, quizá del tabaco, no sé. Pero la impresión que me da es de auténtico asco. A Sergio le pasa igual. "Con no besar", pensé. Llegamos a una estancia y le empiezo a sobar el pantalón, ya la trae medio dura. Le bajo los pantalones, nos ponemos de rodillas y vemos que el culazo también coincide. Se la empezamos a mamar y era una polla deliciosa: grande, dura y con ligero sabor a jabón. Al menos falta de aseo no le faltaba. Nos vamos turnando su rabo y nos pone de pie:
- Me apetece mucho morrearos - dice.
A mi se me queda la cara blanca y se lanza a meterle la lengua a Sergio, después viene a por mi y le digo que paso, que no me van los besos.
- Pero si por Grindr me dijiste que sí - me inquiere.
- Ya, pero no me apetece, parece que en Grindr no es todo lo que parece - respondo siendo tosco.
Me quita la camiseta y empieza a sobarme los pectorales, lo hace tan bien, que pese a su boca, me la pone dura y se lanza a sobarme al paquete. Claro, quiere chupármela. Pero paso. Una vez más se lanza a la polla del pobre Sergio, que la tenía fuera y se la mete en la boca. Miro a Sergio con mirada asesina y a los 10 segundos le aparta:
- Déjanos hacerte a nosotros como habíamos hablado anda - le digo.
Nos volvemos a poner de rodillas y le seguimos mamado ese pollón que tiene, mientras que se va turnando masajeando nuestras tetas y espaldas. Se estira tanto que llega a sobarme el culo y a meterme un dedo. Me dejo hacer.
- Venga, ponte contra ese árbol que te como el culo y te follo a tope - sugiere.
- Ni de coña. No habíamos dicho nada de eso - respondo.
Pone cara de extrañado y nos sigue dando de mamar. Nos pasamos mamando un rato y nos dice que se va a correr y que quiere correrse en mi boca y que me lo trague.
- ¿Pero qué dices tío? - le digo - córrete en mi pecho si te da morbo, pero ya.
Al final se la empieza a cascar mientras que con una mano me soba los pectorales y me acaba echando la leche. Nos limpiamos y cuando nos dirigimos al camino nos echa una reprimenda de tres pares de cojones:
- No entiendo por qué me decís que os puedo follar y luego no me dejáis. Lo mismo con los besos y con tragarte la lefa, sois unos calientapollas. Por eso no me gusta venir a estos sitios y bla bla bla bla.
Llega un punto que adquiere cierto tono agresivo y ya le digo que se revise la cabeza porque algo no le funciona bien y que ahí tiene todos los historiales de nuestras conversaciones, que lo saque y me diga donde le digo yo que vamos a hacer todo eso (con la excepción de los besos). Indudablemente no lo hace , porque se le caerían todas las mentiras, y se le sigue yendo la cabeza despotricando.
- Anda que sí, chaval, que te pires para La Mata que tienes varios kilómetros, tira millas - le digo, llevándome a Sergio de la mano para otro lado.
Al llegar a casa me manda varios Whatsapps con insultos, después cambia y dice que la mamada le ha encantado y después vuelve a los insultos, para acabar diciendo que otra vez vayamos su casa a follar, y de nuevo a los insultos. Le llamo dientessucios y le sugiero que la próxima vez que quede con alguien le informe de lo que le pasa en la boca o que se haga una limpieza, que ahora las regalan. Después le bloqueo. Meses después me agrega con otro número y me dice que no deja de pensar en nosotros y que quiere quedar. Bloqueo y hasta nunca.
Se que estas dos historias no son especialmente morbosas, pero espero que muchos de vosotros entendáis ahora mejor mi reticencia al uso de este tipo de apps como Grindr y Bendr, que si bien me han dado buenos momentos, también ha habido algunos malos como los que os cuento.