6 de junio de 2014

CAPÍTULO 78: EL COLAPSO FINAL



Aquella noche había terminado mi turno de explicar cómo se desarrolló mi primera vez, que podéis leer en las dos últimas entradas, sin embargo no iba a ser el último. Le llegó el turno a Dani, que nos contó que su primera vez fue haciendo de pasivo con 15 años con un director de oficina bancaria con el doble de edad, pero que no la tenía muy grande y fue una experiencia buena, a pesar de que Dani optara por quedarse como activo tras liarse tiempo después con un veinteañero del barrio. Sergio fue breve, su primera vez fue conmigo, así que se remontó a la primera experiencia sexual que tuvo, que resultó no ser muy diferente a la mía: se la mamó al que había sido su mejor amigo de toda la vida durante un tiempo.

Tras contarnos nuestras historias con todo lujo de detalles, habiéndonos tomado unas cuantas cervezas, los tres amigos estábamos tan cachondos que el bulto de nuestras pollas empalmadas era evidente en nuestros pantalones y nuestras miradas lascivas y llenas de deseo hacían presagiar que aquella noche, una de las últimas de aquel verano, iba a ser intensa. Estábamos esperando a que uno de nosotros diera el paso de sacar su polla para hacer estallar el desenfreno sexual que había entre los tres, pero sorprendentemente, Dani dijo que había quedado y tenía que marcharse. Se despidió con un pico de nosotros y salió por la puerta sin dar demasiadas explicaciones. Sergio me miraba con sonrisa pícara desde el sofá, así que salté encima de él y empecé a besarle con intensidad y sobarle el paquete con la mano; había algo extraño, puesto que no le veía muy recíproco, pero yo estaba tan cachondo, que llevé la mano hasta sus huevos y fui bajando hasta introducir la primera falange de mi dedo índice en su culo. En ese momento, Sergio me agarró la mano y me detuvo:

- Para, Marcos...-susurró.
- ¿Parar? ¿Con este calentón? No lo sueñes...-dije.

No se qué me pasó. Pensé que se estaba haciendo el estrecho buscando que fuera duro con él, no habría sido la primera vez. Así que volví a la carga. Tengo los recuerdos de estos momentos como imágenes congeladas en mi mente. Recuerdo arrancarle los shorts con fuerza rompiéndoselos, recuerdo bajarle los calzoncillos de forma violenta. Recuerdo forzarle a abrir las piernas e impedir que las cerrara con mi cuerpo de por medio y él boca arriba. Recuerdo escupirme en el dedo y metérselo con sensación de vicio. Recuerdo sus "para". Recuerdo sacarme la polla dura y ponerla en su agujero a falta de una embestida que me metería dentro y me permitiría follarle a tope. Entonces recuerdo mirarle a los ojos y ver auténtico terror, recuerdo sus gritos y sus forcejeos. Recuerdo sus ojos llenos de miedo. Recuerdo parar.

Se me había ido la cabeza. Hoy en día sigo sin saber qué me pasó aquel día, porque nunca más se ha vuelto a repetir. Quizá fue el alcohol, el calor. No lo sé. Nunca lo he sabido y creo que nunca lo sabré. Me quedé sentado a su lado, cabizbajo, sin poder parar de repetir lo mucho que lo sentía. Que me perdonara. Sergio se tranquilizó y se volvió a poner los calzoncillos, lanzándome los míos:

- No se qué cojones te ha pasado, pero me he asustado Marcos... Quiero que te largues. Ahora. -dijo.
- Claro... -dije yendo a buscar mis cosas.

Nunca había sido un chico de relaciones. Mis primeras experiencias sexuales fueron todas muy parecidas entre sí: con chavales supuestamente heterosexuales que querían experimentar, que buscaban una mamada o un culo; después empecé a salir por el ambiente y tuve rollos y buenos polvos con chavales gay muy majetes, más tarde estuve casi 2 años saliendo con El Mili, pero aquella relación se limitaba a salir de fiesta todos los fines de semana, beber, follar como conejos y poco más. Entonces, ¿para qué buscar una relación y un compromiso pudiendo disfrutar de la diversidad? Hasta ese momento no me lo había vuelto a plantear nunca.

Cuando estaba apunto de salir por la puerta de su casa, Sergio me interrumpió:

- Y yo que te tenía una buena sorpresa preparada... A ver por qué te crees que Dani se ha ido así de repente. Pero en fin, tras tanto preparar no lo voy a tirar todo a la basura, así que, quédate.

Me imaginaba que quizá tendría a algún chulazo encerrado en su habitación esperandonos para jugar y pasarlo bien, o quizá alguno de los que habíamos conocido en La Caseta o en El Rebollo. Así que cuando me pidió que me fuera a su habitación y me pusiera la ropa que encontraría en la cama, no pude imaginarme nada que no fuera sucio o sexual. Sin embargo, cuando entré a la habitación me encontré con el peor de los escenarios posibles: toda la habitación iluminada con velas ya casi consumidas y a los pies de la cama  me esperaba un traje con una nota que decía: "vas a estar irresistible". Tardé un rato en asimilar aquello, me desnudé y me puse el traje, que curiosamente, me quedaba a la perfección. Mi madre había tenido algo que ver en esto seguro. Me miré al espejo, me coloqué el pelo y le di un grito a Sergio para que supiera que ya estaba listo. Al poco tiempo, abrió la puerta de la habitación y allí estaba él con otro traje negro y camisa blanca, con el pelo de punta, guapo a rabiar. Se me quedó mirando, se acercó y se puso de rodillas. Mi mente quería pensar que me iba a bajar la bragueta y se iba a poner a mamarme la polla como un condenado, que esto era parte de algún juego que se le había ocurrido... pero mi subconsciente sabía que algo más pasaba. Me miró a los ojos y empezó su discurso:

- Marcos, verano tras verano, e incluso ya en Madrid cuando quedamos, no puedo dejar de pensar en que pase el tiempo para verte de nuevo y enamorarme cada día un poco más de ti. Me tienes totalmente enganchado y por eso hoy quería pedirte que dieramos un paso adelante, quiero que seamos pareja, que disfrutemos el uno del otro, de nuestros cuerpos, de nuestros problemas, a tiempo completo. No necesito el cruising, ni estar con unos y con otros si puedo estar contigo y ser feliz así. Podemos construir entre los dos un proyecto estable, con compromiso y que tengamos un futuro tan bueno como cualquier otra pareja. ¿Qué me dices, Marquitos?

Futuro. Estabilidad. Pareja. Relación. Compromiso. Proyecto. Tu y yo. Compromiso. Puedo jurar que veía esas palabras cruzándose por delante de mi como si fueran auténticos subtítulos flotantes, recuerdo la esperanzada cara de Sergio que esperaba mi respuesta arrodillado. Entendí cómo de preparado había estado aquello y asimilé que realmente sabía que algo así pasaría más temprano que tarde. Pero no fui capaz de articular palabra y todo lo que pude hacer fue cagarla, una vez más aquella noche, marchándome de allí corriendo sin decirle nada. 

Y no se me ocurrió otra cosa que presentarme en casa de Santi, a esas horas de la noche. Le mandé un sms diciéndole que estaba fuera y que necesitaba verle si o si y no tardó en bajar y abrirme la puerta. Subimos a su habitación y entre sus preguntas y su cara de asombro, me quité ropa, me desnudé completamente, eché el pestillo de la puerta y me tumbé boca abajo en su cama. 

- Hoy me apetece a mí que me folles, no va a ser siempre cuando a ti te de le gana -le dije, pasándome una mano por el culo.

No articuló palabra, se quitó los calzoncillos y la camiseta de tirantes y se tumbó a mi lado ofreciéndome su polla, esa que tanto me gustaba y que me lancé a mamar notando como se ponía dura en mi boca con cada lametazo que daba mi lengua. No quise perder el tiempo, así que recordando aquella mi primera vez, me puse en posición de cuatro patas y Santi hizo el resto, con su saliva y sus ganas de follarse mi culo, con sus dedos invadiendo mi ser, sus lapos en mi agujero y, seguidamente, su rabo bombeándome el culo sin parar. Con esa ansia y rápidez con la que a Santi le gustaba follar. Lo di todo para que ambos disfrutáramos, con movimientos, contrayendo los músculos, invitándole a que me diera más caña... hasta que se corrió inundando ese condón de color rosa que se había puesto. Le dije que no se lo quitara y que mantuviera la polla dura, me di la vuelta, me tumbé boca arriba, le pedí que me la metiera y que me pajeara mientras tenía su polla dentro de mi culo. Y a pesar de que notaba como su erección no era máxima, tarde pocó en correrme sobre mi estómago, el tiempo suficiente para que su lefa no se derramara dentro mi, sino justo fuera, en sus sábanas. Nos limpiamos y nos pusimos los calzoncillos.

- No quiero preguntas, sólo déjame que me quede a dormir, por favor -le dije.

Accedió y no me preguntó nada. Ni por qué había llegado con un traje con aquel calor, ni por qué a esas horas, ni por qué esa ansia por echar un polvo. Tan sólo estuvimos hablando de la noche en la que Pascual nos pilló y en cómo, con el, la relación no había cambiado. Nos quedamos dormidos poco después.

********
Al día siguiente por la tarde cogí el primer tren de Alicante a Madrid, anticipando mi regreso tres días. Aquel verano había terminado para mi. No había opción de ampliar y quedarme unos días más como habíamos hecho otras veces. No avisé a nadie más que a mis padres, como era lógico. Sólo tenía un par de llamadas perdidas de Dani y un mensaje de Santi diciendo que a ver si nos veíamos en la capital. ¿Cambiaría todo a partir de este verano?

10 comentarios:

  1. ya nos contarás, pero no veo porque tiene q cambiar.
    Si ves q no estas preparado para una relación estable, se dice q no y listo.

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    1. Bueno, creo que es mucho más fácil ver las cosas desde la distancia, cuando el tiempo ha pasado y cuando no nos afecta directamente. Yo también, si pudiera volver, cambiaría cosas, pero en esos momentos uno actúa como cree que debe y a veces, como lo fue esta, te puedes equivocar. ¿Sobre si cambió mucho la situación entre los tres? Sólo temporalmente.

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  2. madre mia...siento decirte que si, q t comportaste como un completo gilipollas, ha sido la 1º vez q leyendo el blog senti asco de tu comportamiento...tus razones tendrias y seguro q está todo arreglado, pero pienso en tu pober amiguete...y pufff

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    1. Es que es para sentirlo, no te preocupes. Acepto todo lo que se pueda decir de mi actitud en esta ocasión, pero la situación de aquellos últimos días me superó completamente.

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  3. Ay, Mark,Marcos, Marquitos.
    No sé si te habré dicho en alguna ocasión que tus historias y aventuras, aparte de ser muy interesantes, están muy bien escritas y sabes llevar a tu lector a vivir la escena que estás contando.
    Y este último post, como no podía ser menos, también a resultado así.
    Me llevas a tener un sofocón al ver como casi violas a tu mejor amigo, el buenazo de Sergio, que siempre está ahí para sacarte de tus apuros y frustaciones.
    Se puede entender cierto calentamiento en un ambiente de mucha confianza y dada la relación tan especial que teníais, unido al calor del verano y el alcohol de por medio.
    Pero de ahí a perder casi literalmente la cabeza, o más concretamente la razón, aún hay un poco.
    Un “para” siempre es un “para”, sobretodo si se repite constantemente y hay agitación y clara resistencia.
    Oye... esto no es un sermón ni reprimenda, eh?, aún que lo parezca. Lo estoy escribiendo tranquilamente, porque lo llego a hacer al llegar a casa, nada más leer tu post y me sale otra cosa, jajaja... ;-)
    Además, no es nada que no sepas, y por lo que más que seguramente te hayas arrepentido más de una vez, y espero que felizmente superado.
    El caso que me llevas al punto de haberme acelerado la respiración y dejarme atónito.
    Me tranquilizo al ver que Sergio, a pesar de ello, perdona esta actitud, y que como no te iba a perdonar si te había preparado semejante escenario para decirte lo que te dice.
    Me tranquilizo al ver que tú te serenas y actuas como se podía esperar de la situación.
    Me emocionó cuando se te declara, en esa situación, tras haberse sobrepuesto del susto anterior, y ver como ha decidido llevar a cabo lo que se proponía.
    No sé si otros, en su caso, hubieran hecho lo mismo.
    Pero no hay que desmerecer a la fuerza del Amor. Aunque suene a tópico, suele ser mayor que la fuerza del odio.

    (Primera parte. Lo he tenido que partir, porque solo admite 4096 caracteres, Y mi comentario suma 4319 !!!).

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  4. (Segunda parte)

    Yo, en el autobús, que es donde estaba leyéndote, emocionado, sentado al borde del asiento, no sabiendo si reclinarme de nuevo o levantarme y saltar de alegría al esperar que dijeras un “sí, quiero”, o que te echaras a llorar con un “lo siento” en tus labios.
    Y que hace mi marquitos?.
    No sé si llegué a soltar una exclamación de asombro y la gente se me quedara mirando. Hasta puede que soltara un “será capullo !!!”.
    El caso que estaba recuperando e incrementando mi anterior enfado.
    Me casi viola a Sergio, y lo planta cuando se le declara. Este no es mi Marcos. Que malo es el alcohol que saca a uno lo que no es. O lo que uno tiene más escondido? Pensar esto me da más miedo que reconforta.
    Y que haces a continuación? Te vas a follar a la desesperada, no ya con cualquiera, sino con Santi !!!. Usas a un amigo. Supongo que él, en ese momento ya le fue bien, pero... llegó a saber el porqué. Y como reaccionó?. Yo, en su situación, ya te digo que me hubiera enfadado.
    Perdonado, también, evidentemente, y puede que más rápido. Pero el pronto lo hubiera tenido.
    Hubiera entendido más, si tú, tan superado como estabas por la situación, hubieras ido en busca de un amigo, a la desesperada para que te diera consuelo por lo que habias estado a punto de hacer y apoyo en tu total confusión que llevabas. Incluso que él, a ver como llegabas, se hubiera puesto firme y te hubiera hecho hablar.
    Pero bueno, agua pasada no mueve molinos, y es más fácil de razonar una vez han pasado las cosas y estas se ven en perspectiva.
    Pero follar con un amigo justo en el momento que Sergio te declara sus profundos sentimientos hacia ti !.
    Vamos, que decir que me he enfadé es poco, Jajaja...
    Estuve las dos horas antres de llegar a casa, mientras que estaba haciendo cosas por Barcelona, dándole vueltas a la cabeza y no saliendo de mi asombro y cabreo, del como tan mal lo habías hecho todo.
    Al punto de tener que decirme a mi mismo, “tranquilo, perro, que no va contigo. Que aunque te los aprecies, no les conoces. Que esto ya pasó y seguramente está más que felizmente superado. Valora el hecho que lo está contando públicamente,...”.
    Ay, Marc, Marcos, Marquitos... que me alteraste un poco.
    Pobre Sergio, lo mal, malísimamente mal que lo tuvo que pasar esa noche, y supongo que después si se llegó a enterar de lo que pasó.
    Espero que lo que venga a continuación sea más tranquilo, racional y reconciliador., porque sino cojo en primer AVE a Madrid y te arranco el culo a mordiscos, jejeje... ;-)

    Un besote muy fuerte.

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    1. Perro, antes de nada agradecerte enormemente tus palabras y tu sinceridad de ambos comentarios.Tengo que reconocer que escribir esta entrada me causó bastante inquietud y controversia, ha sido, hasta ahora, la entrada que más bocetos y versiones (literarias, no de contenido) ha tenido. Sabía que publicar estos acontecimientos no me dejarían en buen lugar y le di bastantes vueltas, pero al fin y al cabo cuando abrí este blog fue con la condición de contar las cosas reales que me habían pasado. ¿Y cómo lo hice? Pues sin estar satisfecho con lo escrito, le pasé a Sergio la versión y el se encargó de dotarla de algunos detalles vistos desde su perspectiva que intentar dotar a la historia de la mayor objetividad posible, dentro de que cada uno siempre recuerda las historias a su manera.
      La cagué y acepto todos los adjetivos que se me puedan poner, porque, por esta situación, lo merecía. Como verás, Sergio sí que se enteró de lo de Santi, antes de publicarlo claro y sobre Santi... a el siempre le dio igual. Llegó un punto en que el me quería sólo para aflorar sus reprimidos instintos y eso era todo lo que le importaba.
      Con esta historia también he pretendido mostrar cómo influye en uno sus primeras experiencias sexuales, cuando son en la adolescencia, por eso he ido combinando también historias del pasado con otras del pasado más cercano, que permita contrastar. Y sí, claro que Sergio lo pasó mal, no os hacéis a la idea de cuánto. Pero lo haréis :)
      Me alegro que mis historias puedan llegar a vosotros de esa manera. ¿Sobre lo que viene a continuación? Como digo muchas veces: todo a su tiempo.

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  5. Como ya han dicho es el primer relato que te deja los pelos de punta en el mal sentido, el momento de los "Para..." buff Sergio se debía sentir muy mal, que hay momentos que no te controlas pero yo entiendo a Sergio con un ex, tuvimos una especie de momento igual de Para y el otro casi violando.

    Luego el momento declaración la verdad es bonito y Sergio estaba desnudando sus sentimientos muy profundamente, creo que deberías haberte quedado al menos aunque fuera para decirle Sergio he de pensarlo o no se si quiero estar en una relación.

    Pero irte a casa de Santi sinceramente tus motivos tiene pero creo que la cagaste o al menos yo soy Sergio, aparte del plantón me entero de que te vas con Santi y sinceramente me costaría perdonarte.

    Pero me repito tus motivos tendrías y supongo que el miedo a la pareja en cada uno es diferente.

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    1. No lo describiría tanto como el miedo a la pareja, eso fue una pequeña parte. Por aquel entonces yo tenía una idea de la pareja a la que no le veía sentido, no ya solo basada en mis experiencias anteriores, sino en la de mi círculo (homosexual) más cercano: quien no le ponía los cuernos al novio, le dejaba, quien no, tenía secretos, quien no solo pensaba en liarse con otros... En fin, una serie de motivos que me hicieron desconfiar mucho del sentido que tenía para mi una pareja. Con el hecho de irme a casa de Santi y follar con el, no se trataba de hacer más daño del necesario... solo pretendía no pensar, no pensar en lo que acababa de pasar y eso solo podría conseguirlo echando un polvo. Lo cierto es que aquel verano me superó. Todo tiene sus consecuencias...

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  6. Me parece un poco egoísta por tu parte al no darle ninguna respuesta y derjarle así.
    Además, todos queremos un Sergio a nuestro lado y tú que eres el elegido lo rechazas, ¡ya te vale!
    Un saludo ;)

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